En 1982, el periodista Andrew Graham-Yooll vino a Buenos Aires como enviado del diario londinense The Guardian y durante tres meses cubrió para los lectores ingleses “una guerrita” (a lovely little war decían los británicos) entre Argentina y Gran Bretaña en el extremo del Atlántico Sur por unas islas cuyo nombre oscilaba, según quién lo pronunciara, entre Falkland y Malvinas.
A 35 años del conflicto bélico, Editorial Marea presenta una nueva edición de un documento histórico imprescindible. Una ciudad en pie de guerra. Un periodista en territorio enemigo.
En el libro Buenos Aires, otoño 1982, Graham-Yooll retrata el clima de euforia y depresión que reinaba en Buenos Aires, una ciudad en guerra que se hallaba, sin saberlo, cerca del fin de la dictadura más brutal de su historia.
Un desayuno con Jorge Luis Borges mientras el Papa Juan Pablo II bendecía a una multitud pocas horas antes de la rendición; una cena con curry con el general Mario Benjamín Menéndez; el hotel Sheraton convertido en centro de prensa del Estado Mayor Conjunto; los periodistas extranjeros buscando hacer la nota de su vida; las noticias de las muertes como un eco lejano e incierto que llegaba desde el Sur.
“Una generación después, 35 años, la Argentina no cambió nada en su forma de ver a las islas Malvinas y a la guerra”, sentencia el autor.
Y justifica: “la posibilidad diplomática se redujo al reclamo sin intentar la conciliación. El coraje y el heroísmo de ‘los chicos de la guerra’ se han soslayado. Las Fuerzas Armadas todavía hoy no pueden explicar lo que hicieron, encabezados por un hombre borracho de poder y de otras bebidas, ni cómo llevaron a la muerte a esos soldados, mientras sus superiores salían ilesos”.