FRAILE ALDAO, UN GRAN LIBRO SOBRE LA MENDOZA DE HACE DOS SIGLOS. José Félix Aldao fue fraile dominico, militar, y gobernador de Mendoza. Esos datos secos de su biografía son irrefutables, pero ocultan la parte más interesante de su vida. Como fraile, tuvo doce hijos (reconocidos) con tres mujeres distintas, con dos de las cuales convivió simultáneamente en su casa de El Plumerillo. Como militar, combatió en el Ejército Libertador en Chile y en los alrededores de Lima con el general Arenales, y libró batallas en nuestro territorio mendocino como general rosista de “la Santa Federación”. Y como gobernador, decretó que todos los unitarios mendocinos estaban “locos” (literalmente) para poder expropiarles sus bienes. Esos son algunos de los datos que Jaime Correas, con rigor de historiador e imaginación de novelista para los aspectos no documentados, descubre en “Fraile Aldao, un general de la Santa Federación”. El libro es valiosísimo porque pone de relieve a una figura sepultada en nuestra historia (ni siquiera tenemos su retrato oficial en nuestra provincia) y transporta a los lectores a la Mendoza de principios del Siglo XIX, donde ya se hablaba de que por aquí había que “mantener las formas” para tomar ciertas decisiones, o donde trasladarse hasta San Carlos -territorio de frontera para mantener a raya a la indiada- significaba aventurarse por una geografía hostil de desiertos y arroyos. La vida de Aldao daría para una buena miniserie, incluyendo sus habilidades de fullero para los juegos de naipes y un gesto generoso sobre el final de su vida con Tomás Godoy Cruz, uno de sus mayores enemigos. Ni hablar de su intensa vida amorosa, con la consecuencia inevitable de unos cuantos descendientes que pretendían su parte de la herencia. Esto último le habilita a Jaime un corolario digno de un buen historiador, alguien que busca una mirada larga sobre la influencia del personaje: las leyes liberales que vinieron después de Aldao les permitieron a sus herederos ejercer sus derechos, algo que no se les hubiera reconocido con las leyes coloniales que él y la Santa Federación habían defendido con mucha sangre y espada. “Fraile Aldao” es un gran pantallazo de una Mendoza que muchos no conocíamos y que, además, se lee con gran curiosidad y placer.