Marea Editorial

Un libro se sumerge en el deslumbrante y disruptivo mundo de las crónicas escritas por mujeres


El libro, editado por Marea, reúne en formato crónica historias de 21 mujeres de 20 países iberoamericanos.

Con un fuerte ancla en la realidad y el vértigo de la ficción, las crónicas recogidas en el libro “Criaturas fenomenales” aborda historias de 21 escritores y periodistas hispanoamericanos que testimonian situaciones de violencia, discriminación, explotación y lucha laboral, configurando un nuevo panorama de los cronistas del siglo XXI que reflejan la perspectiva feminista, disruptiva y transgresora con la que muchas mujeres y disidentes afrontan el presente.

Crónicas que cuentan la vida propia y ajena de mujeres revoltosas y luchadoras; de quienes sufrieron discriminación, acoso o tuvieron que trabajar junto a hombres para sobrevivir en sociedades fuertemente patriarcales; mujeres que se unieron con amor a otras, respetando sus elecciones a pesar de la condena social; mujeres solidarias, que luchan por empoderarse a sí mismas y a otras que, con su testimonio, abren un panorama de escenas familiares y ocultas que revelan condiciones de salud mental.

El libro, editado por Marea, reúne historias de 21 mujeres de 20 países iberoamericanosen el formato de crónica, el género que impulsa desde hace tres décadas la Fundación Gabo, nacida como Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano.

María Angulo Egea.

Estas mujeres escriben “contra el poder”, dice la escritora y cronista peruana Gabriela Wiener en el prólogo titulado “Los indios de la crónica”, donde ofrece un panorama de la nueva crónica y habla del largo proceso que mantuvo a los cronistas invisibilizados en sus espacios personales hasta que lograron trascender y fueron descubiertos en necesidades, miradas, intereses. y destinos similares.

“Sabíamos que ‘dar voz a los que no tienen voz’ era enormemente arrogante, que más bien teníamos que recuperar nuestra voz y desentrañar cómo las mujeres, los disidentes y otros sujetos marginales estaban representados en el discurso sobre la alteridad. Cómo lo masculino dominó los medios, las editoriales, la academia, también el periodismo y cómo subalternizó otros saberes, prácticas y voces. Y, sobre todo, cómo nuestra escritura podría ser –llámela crónica o llámela como quiera– una escritura política, emancipadora, personal y que colectivamente transformaría sustancia y forma”, afirma.

A este panorama se suman las voces de las compiladoras María Angulo Egea y Marcela Aguilar Guzmán, quienes destacan “el punto de vista” con el que fueron escritas las crónicas recogidas en esta obra y cómo Los relatos recorren, en algunos casos, las vivencias personales de quienes escriben o de otras mujeres y disidentes.al abordar situaciones de exclusión, explotación, abuso y también conquistas colectivas, en los desiguales y conflictivos países latinoamericanos.

Marcela Aguilar Guzmán

“El panorama de la crónica iberoamericana es muy rico y tiene mucho que ver con la destacada labor que vienen haciendo los cronistas desde hace muchos años”, dice a Télam Angulo Egea, doctor en Periodismo por la Universidad de Málaga y en Filología por la Universidad Autónoma de Madrid.

Entre las representantes del género destaca “Elena Poniatovska, pasando por Leila Guerriero hasta llegar a Margarita García Robayo. No como excepcionalidades, pioneros o seres exóticos, ni siquiera como cuotas, aunque todos ellos han tenido que pasar alguna vez por estas clasificaciones, sino como cronistas que siempre han formado parte del panorama narrativo de la no ficción”, señala .

“Los temas, como ocurre en el periodismo narrativo, no son los más relevantes, sino más bien Lo crucial está en el punto de vista desde el que se aborda y es ahí donde estos cronistas aportan rasgos diferenciales.sobre todo porque muestran un grado extremo de implicación que, como hemos señalado, implica en ocasiones exponer el propio cuerpo y trabajar narrativamente en primera persona, sobre todo si se trata de violencia y experiencias físicas disruptivas como la maternidad, la enfermedad y los procesos de identidad de género que las mujeres y colectivos LGTBTQI+ vienen cuestionando especialmente en la crónica más actual”, afirma Angulo Egea.

Según los temas que abordan las crónicas, La antología se dividió en cuatro conceptos: Tránsitos, Cuerpos, Violencia y Huellas. “Son cuatro líneas que atraviesan directa o indirectamente el panorama narrativo de la crónica en Iberoamérica”, afirma el catedrático universitario.

La violencia “es un tema que siempre ha permeado la crónica y que sirve como eje estructurante de muchos relatos, por eso los cronistas se encargan de contar, de poner el foco en sus textos en la violencia patriarcal, ya sea la violencia extrema del feminicidio, las violaciones sufridas por tantas mujeres en la región, como vemos en la crónica ‘La herida de un pueblo en la frontera’ de las costarricenses María Fernanda Cruz Chávez y Hulda Miranda Picado o en ‘Que la única manada seamos nosotros’de la boliviana Carolina Méndez”, señala el compilador, doctor en Periodismo por la Universidad de Málaga en Filología por la Universidad Autónoma de Madrid.