Presentación del libro EVA PERÓN, de LIBERTAD DEMITRÓPULOS
Voy a convocar al espíritu de Libertad leyendo un poema suyo que es hermoso de Muerte, animal y perfume, que se llama DOS VIDAS PARA UNA SOLA MUERTE.
Siempre que pienso en Libertad me imagino una muchacha muy joven en su Jujuy natal, con ocho operaciones al corazón por la fiebre reumática que padecía y de todas formas, recibida de maestra a los dieciocho años, recorriendo los ingenios, alfabetizando, renacida con la fuerza de las que tienen la vista siempre puesta en los más oprimidos de estas tierras, para que de tanto verlos sufrir y escuchar sus historias y anhelos, algo nazca en un lugar muy profundo, adentro de ella. Esa semilla suya que es como un fuego, que va a ir sedimentando y arrojando pequeños brotes de voces, para que se desarrollen de a poco hasta madurar lo suficiente como para que puedan nacer, todas juntas, en una serie de novelas que fue atando cada una a la porción de tierra de nuestro país en donde sucedía la historia que quería contarnos.
Libertad Demitrópulos había nacido en Ledesma, Jujuy, el 21 de agosto del año 1922 y a los 18 años comenzó a ejercer como maestra de escuelas en jujeñas hasta que en 1940 viaja a Buenos Aires para estudiar letras. Acá se va a enamorar y a casar con Gianuzzi, va a tener a sus hijas y acá tambiñen va a desarrollar su otra pasión, esa que le compite a la literatura tanto que se le mete adentro: El Evitismo más absoluto.
Por mi parte, leo, admiro, rastreo y milito a Libertad desde hace un puñado de años, más precisamente desde que me dejé atravesar por su escritura poética y deslumbrante con Río de las congojas. El año de publicación de esta novela es 1981, el año en que la dictadura militar más sangrienta que tuvo nuestro país, con su maquinaria de desaparición de personas y exterminio de cualquier resistencia política, ya estaba muy avanzada y se acercaba al triste y demencial suceso de la Guerra de Malvinas. Dificil recibir en ese contexto una novela que tiene en su trama un desaparecido por el río cuando en todas las aguas de nuestro país, pero especialmente en ese río de anchas orillas, los cuerpos de nuestros desaparecidos flotaban frescos por las órdenes de quienes habían arrebatado el mando del Estado argentino.
La trama histórica de Río de las congojas corresponde al período de conquista y fundación de ciudades coloniales, pero hay un antecedente fundante que aparece desde el inicio en la voz y la experiencia sensible de Blas: una revolución fallida y mestiza, acontecida en la antigua ciudad de Santa Fe, conocida como “la Revolución de los Siete Jefes” o “Revolución de los mancebos”. La acción de la novela se desarrolla en Santa Fé de la Vera Cruz (Cayastá) fundada por Juan De Garay en 1573, pero siete años después siete líderes mestizos -el siete, número mágico por excelencia- encabezados por Lázaro de Venialvo, aliados momentáneamente al gobierno de Tucumán, toman el poder de la ciudad con el objetivo de dar tierras y plenos derechos a los mestizos que pusieron el cuerpo en la fundación de la ciudad combatiendo contra sus medio-hermanos indígenas.
“Garay preparó otra salida al sur, buscando ese puerto en donde hubo una ciudad quemada, para volverla a levantar. Sacó hombres de Santa Fe y se fue un día por el Río Tragahombres, más negro que nunca, Rio de las congojas enemigo del amor.”
Garay se lleva consigo a los líderes blancos y españoles que conquistan tierras y fundan ciudades, pero deja tras de sí a quiénes habitan esas ciudades dándoles su sangre, su semilla y su vida. Mestizos que odian al hombre blanco y español que los obligó a combatir contra los hijos de sus madres indias para luego abandonarlos y partir para la fundación de otro puerto -Buenos Aires- negándoles los derechos y las tierras prometidas.
El levantamiento será sofocado rápidamente y no alcanzará con asesinar a los líderes, sus cuerpos colgados en esa plaza permanecerán insepultos a la vista de todos para que cada quien sepa a qué se expone cualquier sublevado. Un mismo modus operandi de la dictadura que -400 años después- robaba militantes políticos y los desaparecía para ahogar a la población civil en una constante marea de terror y sangre.
Esas son las voces fantasmales que Blas, cuya voz mestiza lleva adelante la acción aproximadamente la mitad de la novela- escucha todo el tiempo en esa plaza principal de la ya abandonada Cayastá. La de Blas es la voz mestiza de la experiencia directa: Él ha participado de la fundación de Santa Fe y luego también de aquella posterior sublevación vencida, por eso apela a los nombres de los líderes ajusticiados en esa misma plaza cuando ve como todos sus moradores abandonan la ciudad para irse. Solo queda él mismo y los fantasmas de los que fueron fusilados y colgados, voces mestizas alzadas para disputar la Historia blanca de los vencedores
Río de las Congojas es también un libro al que las fronteras nacionales le quedan chicas y nos hermana sudamericanos.
Son los mestizos, son los descendientes marrones, son los negros y los mulatos y siempre pero siempre son también las mujeres y tienen unas formas hermosas de nombrar en una disputa que es estética y política a la par, y para llevarla a cabo, Libertad eleva los registros de las voces más silenciadas de la Historia -por pertenecer a géneros oprimidos o minoritarios, por raza y por clase- al nivel de co-protagonistas principales.
Estamos a un paso de los descamisados o los cabecitas negras, así que por supuesto, no me extraña para nada su amor, su deslumbramiento y su escritura en torno a la vida y la figura de Eva Perón.
Hace años que fantaseo con un tatuaje de ese momento maravilloso en el que María Muratore y el Negro Cabrera coinciden en una barcaza porque ella necesita escapar de Garay y sus enviados, un tatuaje con esa frase instauradora que me inscriba en la piel la respuesta de esa mujer, por entonces, María Muratore, que contesta a la advertencia de otro oprimido, un negro que es circunstancialmente su aliado y que lleva en una latita los ahorros de toda una vida de fatigas y trabajo permanente con el único y enorme fin de comprar su libertad
La canoa avanza hacia la anhelada libertad de ambos y antes de despedirse, María le compra la pequeña embarcación para seguir su viaje y le tiene que pagar con su único bien; un anillo que Garay le había regalado y ahí sucede la magia:
-Ahora compraré mi libertad —dijo contento (Cabrera)—, pero tú ¿dónde vas?, mujer y sola. Es peligroso”, y entonces ella le responde:
-Vivir es peligrar.
Voy a citar ahora a Florencia Abatte que tambiñen iba a acompañarnos hoy y que no pudo venir:
“Demitrópulos ha sido una escritora especialmente interesada en las historias de las mujeres pobres y/o racializadas, que han sido la mano de obra más barata del imperio y del orden neocolonial que le siguió. Su narrativa se centra en conflictos históricos y políticos en contextos específicos, lejana al modelo de una literatura filosófica y cosmopolita. Y en las voces de sus personajes, apuesta por una poética lírica del habla, que encuentra su fundamento en la oralidad de las clases populares.”
No hace falta que aclare demasiado esos dos intereses fundamentales que se fusionan en su mirada casi obsesiva y profundamente amorosa por la figura de Eva; el de una mujer política y su experiencia que funda casi una leyenda en la experiencia colectiva argentina y el de la lucha de los oprimidos, una lucha presente y rastreable en cada una de sus novelas y en suma, un punto de perspectiva en toda su obra.
Este es un libro de memorias de ser y luchar por los ideales, teniendo la oportunidad y la responsabilidad enorme de llevarlos a cabo. Mi preferido es el capítulo del voto femenino en donde se puede apreciar la enorme mirada política de Eva y su insistencia, que contribuirá a llevar a esta enorme lucha de las mujeres hacia la victoria:
“Eva comprende la necesidad de nuclear a la mujeres para lanzar una campaña en favor del voto femenino, resorte que conduciría a la participación política a través de un movimiento con características semejantes al de los varones. Aunque todo parecía tan lejano y de difícil ejecución -acaso demandara el curso de una vida- su lucidez para capatar las situaciones, esas “corazonadas” que signaban su vida, le planteaban la necesidad de las propuestas y su posible concreción.
Los itinerarios de estas luchas en donde una mujeres presenta a otra y su militancia política se potencia con esa trayectoria común, están en este hermoso libro que nos trae Marea Editorial, practicamente incoseguible hasta ahora y en una edición exquisita, acompañémoslo con la lectura y también con la compra.