Entre otros casos, Meyer examina casos emblemáticos como los de Miguel Bru, Marita Verón, Natalia Melmann, Jorge Julio López, Luciano Arruga, Santiago Maldonado, Luis Espinoza y Facundo Astudillo Castro, pero también otros que resonaron menos.
“Yo empecé cubriendo la desaparición de Jorge Julio López, luego el caso Maldonado. El año pasado cuando en pleno ASPO ocurrieron las desapariciones de Luis Espinoza y Facundo Astudillo Castro, surgió la idea de tomar varios casos porque son hechos que se repiten”, explicó Meyer. “Lo que me hizo tomar impulso para hacer el libro fue la reiteración de los casos”.
“Para hacerlo conté con el apoyo de un equipo”, en distintas partes del país. “En Mendoza conté con la colaboración de Soledad Segade”, expresó Meyer y mencionó los casos de Sebastián Bordón y Pablo Guardati, entre otras desapariciones locales.
“Hay un modus operandi o un manual del desaparecedor en democracia y sus amigos de las fiscalías y las morgue”, afirmó la autora a la hora de detallar alguna de las acciones frecuentes.
Entre otros conceptos Meyer expresó que ha identificado “una especie de tradición no escrita en la presencia de torturas en las comisarías. Es la misma matriz desaparecedora del abuso policial”.