La Editorial Marea reeditó la novela El infierno prometido, la novela que Elsa Drucaroff publicó por primera vez en 2006. La protagonista de la obra es una chica judía, pobre y deshonrada, expulsada de su aldea polaca, que llega a la pujante Buenos Aires de 1927 para convertirse en una prostituta esclava. De esa manera, hace referencia al amplio espectro de las esclavitudes donde inciden personas con intereses comunes con la potencia del lenguaje que legitima.
En declaraciones a Perdidos en el Espacio, Drucaroff aseguró que “la trata de personas sigue exactamente igual” a ese momento porque se trata de “un fenómeno de países pobres y ricos, y de patriarcado”.
Seguido, agregó que “es uno de los tres grandes negocios de la humanidad, junto con el tráfico de armas y de drogas”. Por lo tanto, consideró que “en la medida en que hay países pobres y hay hombres que explotan mujeres, y es conveniente traer mujeres desde los países pobres a los ricos, habrá mafias nacionales de países pobres que llevarán mujeres a los países ricos”. En ese sentido, dijo que “eso fueron las redes de trata francesas del siglo pasado y es hoy las prostitutas de Ucrania en Europa, y son las chicas haitianas que vinieron esclavas de redes al país durante el menemismo”.
La autora de El infierno prometido enfatizó que “lo esencial del negocio sigue igual. La novela tiene cada vez más actualidad”, mientras que sentenció: “Esto no se hace sin la complicidad de los estado”.