Mientras la ciudadanía todavía transita un Estado en apariencia laico, los grupos religiosos continúan aumentando su influencia a sus espaldas: consiguen sorprendentes recursos de los gobiernos de todas las orientaciones políticas, atraen masas a través del discurso antivacunas, homófobo y contrario a los derechos de las mujeres, intervienen en los planes de estudios y llenan las grillas televisivas.
Estados Unidos, Brasil, Argentina, Venezuela, Paraguay, México, Bolivia, Nicaragua, Costa Rica, Uruguay, Colombia, Honduras, Guatemala y El Salvador… la lista continúa: el evangelismo se sigue consolidando como fuerza política en toda América con presidentes, ministros, diputados y dueños de medios de comunicación.
¿Qué similitudes y diferencias existen en la trayectoria de estos grupos en los distintos países? ¿Qué agendas políticas defienden? ¿Quiénes son sus principales líderes? ¿Qué tipo de alianzas han establecido con los gobiernos y con los poderes económicos?
Ariel Goldstein, doctor en Ciencias Sociales e investigador del CONICET, analiza en Poder evangélico quiénes integran este nuevo sector-actor de poder, en qué medida colaboran para la expansión de las fuerzas políticas autoritarias y qué se puede hacer con su crecimiento.