Un poco antes que ella, Cristina Plate había surgido en el sello Mandioca, aunque su carrera fue muy efimera. Y parecía que en esos años las chicas eran más "acompañantes" o coristas que figuras principales. Un prejuicio señalaba que el rock era masculino y que el pop, el beat o la balada eran femeninas. Difícil saber si era "el huevo o la gallina" el origen de este mito que tenía parte de realidad pero sonaba muy injusto. El joven historiador Victor Tapia remarca que por ejemplo Nelly Dors ya gastaba rock and roll a fines de los '50, y había varias chicas más que se animaban, aunque por desgracia no fueron tan recordadas por la historia musical.
Pero es cierto que figuras más cercanas al pop comercial como Violeta Rivas y Jolly Land, o Estela Raval con un estilo más relacionado con la balada, si bien trascendentes, no formaban parte ese embrión casi filosófico de un rock contestatario y con otros contenidos musicales y poéticos que surgieron a mediados de los '60.
Y Gabriela es hija de esa etapa. Desde que debutó en el Acusticazo y en el último BARock del 72 con "Campesina del sol" marcó un sendero que siguieron casi de inmediato Carola Cutaia y María Rosa Yorio esencialmente. Luego serían muchas más, y la igualdad de género sería un poco más equilibrada.
Yendo al libro, que fue presentado hace algunos días en la Biblioteca Nacional,: la autobiografía de un músico suele abundar en datos, fotos, referencias, pero no es muy común que transmita realmente el espíritu de las canciones y menos aún las circunstancias que llevaron a escribirla. [Gabrie2]
En "Las mil vidas de Gabriela", es la Gabriela que la mayoría conocemos con el rótulo de "La primera mujer que cantó rock nacional" y recordamos en su aparición en el 3° BAROCK cantando con un estilo folk, libre, gritando a la jungla de cemento sobre el poder de la naturaleza.
Esa naturaleza que Gabriela empezó a absorber en los campos bonaerenses de Rauch, , rodeada de caballos con quienes se comunicaba en una simbiosis sin igual, y que se trasladó a los escenarios más increíbles, llenos de vicisitudes, personajes célebres, grandes momentos de la historia, y que ella misma retrata en su relato.
Y si nos animamos a recomendar este libro aún a quienes nunca han escuchado su música, es que este libro es realmente una obra literaria, con un poder de narrativa muy destacado que muestra que Gabriela es mucho más que una escritora de canciones y poesías, y narra vivencias de una manera fluida y con la generosidad de incluir al lector en esas historias.
Aquí vale hacer una advertencia muy necesaria. En las narraciones que tienen como hilo la vida de Gabriela, las emociones realmente se sienten. Es decir, las alegrías alegran, las sorpresas sorprenden, el amor enamora pero... los dolores duelen.
"Las mil vidas de Gabriela" permite una lectura fluida que se llena de música e imágenes. Invita a leerlo mientras uno escucha su música y la de otros grandes que fueron sus influencias.
Cuando asomó la Campesina del Sol
Entre las primeras, la cantautora que salió a escena junto a la inaugural camada del rock argentino en los años setenta cuenta por primera vez su vida. Aquella joven con su estilo hippie y a la vez ácido y furioso, que se hizo conocida por temas como Campesina del sol o Voy a dejar esta casa, papá, partió de la Argentina en 1974 hacia California en busca de nuevos horizontes. En Estados Unidos y Europa tuvo una larga y prolífica carrera que no muchos conocen. Gabriela cuenta sus mil vidas en este fascinante libro autobiográfico.
Hija de un diplomático, atravesó su infancia y adolescencia alternando entre el campo argentino y distintos países, absorbiendo influencias musicales variadas. Sus veinte años la encontraron en París durante el Mayo francés, donde conoció a personajes como Julio Cortázar, Copi y el padre Mugica.
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Fue azafata y actriz hasta que encontró su vocación en la música y retornó a Buenos Aires, justo cuando nacía el rock en castellano. Debutó en 1971 en el escenario enteramente masculino de B.A.Rock y en 1972 se editó su primer disco. Tocó con numerosos músicos como Edelmiro Molinari, Rodolfo García, Litto Nebbia, Oscar Moro, David Lebón, Emilio del Guercio, León Gieco, Pedro Aznar, Celeste Carballo, Juan Carlos Baglietto, Dino Saluzzi, Pino Marrone, Bill Frisell, Alex Acuña y David Lindley, entre otros.
Sin embargo, su figura siempre quedó relegada a una escena del rock dominada por los hombres. Adelantada a su tiempo y pionera de las mujeres del rock que hoy brillan, Gabriela narra la historia que no se había escrito.
"Lo vi de esta manera: voy a dejar registro de mi paso por esta tierra. Es un libro largo porque tengo una vida larga. Pero me parece que todos somos como novelas andantes. Y todos deberíamos escribir nuestras memorias para las próximas civilizaciones que vengan. Hay mil versiones de mi persona. En este libro, sentí que podía contar la verdad y aclarar todo, lo cual me hizo mucho bien porque ahora siento que soy una con quien soy. Y no una entre todas las que se cuentan de mí”, señala la autora.
Gabriela Parodi desarrolló una extensa carrera musical, en Argentina y el exterior, en la que grabó siete discos: Gabriela, Ubalé, Friendship, Altas planicies, Detrás del sol, Viento rojo y El viaje. Con Detrás del sol, elegido por la revista Acoustic Guitar como uno de los diez mejores álbumes de la década de 1990, ganó el reconocimiento de la prensa mundial y el prestigioso premio Grammy de la prensa alemana, Deutschen Schallplattenkritik Award, en 1997.
En 1999, el renombrado programa Global Village de la emisora KPFK de Los Ángeles eligió Viento rojo como uno de los tres mejores discos del año. Y su último disco, El viaje, escaló al número 9 de los World Music Charts de Europa. Gabriela reside actualmente en Buenos Aires, Argentina, donde sigue dedicándose a la música y a escribir. Las mil vidas de Gabriela es su primer libro.