Se cumplen hoy 200 años de la muerte del héroe de la independencia, el salteño Miguel Martín de Güemes, general que, al mando de los “infernales” -su tropa conformada por gauchos y paisanos- resistió la ofensiva realista en el norte argentino y permitió que avanzara la expedición sanmartiniana a Chile. La participación de Güemes en la gesta libertadora y su apasionante trayectoria fueron abordadas por historiadores y narradores desde el siglo XIX hasta la actualidad, desde la clásica obra Güemes documentado, escrita por su descendiente Luis Güemes (de trece tomos) hasta novelas históricas firmadas por Lucía Gálvez y Elsa Drucaroff, pasando por los trabajos de Sara Emilia Mata, el académico Miguel Ángel De Marco y Gustavo Paz.
A inicios de este mes, el periodista y narrador Alejandro C. Tarruella publicó Güemes. El héroe postergado (Marea). El volumen tiene prólogos del director de la colección, el politólogo Hernán Brienza, y de Martín Miguel Güemes Arruabarrena, chozno nieto del caudillo. “La importancia de una biografía de Güemes en estos días hace a la necesidad de recrear, observar y releer para establecer cuál fue su lugar en la historia -dice Tarruella a LA NACION-. El título, Güemes. El héroe postergado, manifiesta que falta aún un espacio para establecer esto. En cierto modo, es un desafío para el conjunto del país, porque nuestra historia siempre es contemporánea y las cuestiones que hacen a la historia grande se pueden ver en el día a día. Por eso este momento es tan importante para hacer de Güemes un personaje central”. Para el autor, el nacimiento de la idea de una “patria grande” tiene mucho que ver con la acción de Güemes. “Actuaba en consonancia con San Martín, que iba a ir por el Pacífico hacia Lima, mientras Güemes debía ir por el norte para encontrarse en el mismo escenario. Ese es el camino de la patria grande. Güemes definitivamente nos reactualiza ese objetivo”.