Con activa participación en decenas de ferias del libro de nuestro país y del exterior y traducciones a más de 15 idiomas Marea impulsa una ola de pensamiento crítico imprescindible para atravesar rompientes oscuras de época con la fuerza de la inteligencia.
Constanza Brunet, fundadora de la editorial que lleva ya 200 títulos publicados, conversó con Télam sobre estas dos décadas de libros y temas pendientes.
T: A modo de repaso y balance ¿Cómo nace Marea?
C.B Como muchas otras editoriales independientes: es hija de la crisis del 2001. Empujada por la crisis comencé a pensar este proyecto y terminé de darle forma cursando la facultad de Edición de la Universidad de Buenos Aires, un espacio de aprendizaje, pensamiento y vínculo con mucha gente. La idea original era hacer una editorial de base periodística, pero que no se quedara solo en la coyuntura, sino que propusiera libros perdurables.
¿Los DDHH como línea editorial estaban ya definidos desde el principio?
Sí, pero entendidos en forma amplia; obviamente las violaciones a los derechos humanos de la dictadura, pero también los derechos lgbtq+, la ecología, los derechos sociales y políticos, el feminismo, los migrantes, los derechos de las minorías…
¿Cómo se contextúa eso tras la debacle de 2001? Se diría que las “urgencias” de entonces eran otras
El primer libro de la editorial (sobre el caso Von Wernich, una investigación de Hernán Brienza sobre un sacerdote cómplice de la dictadura) se publicó en diciembre de 2003, al mismo tiempo que asumía Néstor Kirchner. Pero, inesperadamente, él adoptó una política muy activa de reivindicación de los derechos humanos, se reactivaron los juicios de lesa humanidad, etcétera. Después vinieron cambios en la percepción de las cuestiones de género, de la comunidad lgbtq+, en los temas ecológicos. Desde Marea, fuimos tomando y retomando estos cambios
El catálogo expresa, entre otras cosas, un reflejo para sintonizar temas “urgentes”, aspecto incluso explícito en una de sus colecciones ¿Qué libro reciente dirías que se resolvió con mayor “urgencia” y cómo evaluás su recepción en los lectores?
Algunos libros los encaramos especialmente con esta mirada "urgente" y otros se volvieron "urgentes" en el momento de la publicación, pero eso no estuvo calculado. En el primer grupo está Ensayos urgentes; un libro que planeamos con su compilador, Guillermo Levy, después del desconcertarte resultado de las PASO de este año. Convocamos a cientistas sociales que escribieran en tiempo record sobre el nuevo fenómeno político y las perspectivas a futuro. La idea era intervenir en la discusión pública con un libro que aportara a la reflexión. Lo publicamos al mes siguiente en una versión al costo en librerías y gratis en la web. Tuvo muchísima respuesta de público, especialmente en la versión gratuita que circuló intensamente por Whatsapp y en redes sociales.
Sabemos que muchos títulos fueron traducidos y circulan más allá de nuestra región ¿Qué es lo que atrae de nuestras problemáticas regionales o nacionales a lectores extranjeros?
En general, lo que más interesa de Argentina es la ficción, el primer mundo no le da mucha credibilidad al ensayo, al pensamiento latinoamericano. Dentro de la no ficción, sí vemos interés en personajes universales como el Che, Borges, Favaloro, Maradona, Messi. Y también en los temas de derechos humanos en los que se nos destacamos como país. La lucha de Abuelas y Madres de Plaza de Mayo es reconocida en todo el mundo, el movimiento feminista por el aborto legal, ahora el grupo Historias Desobedientes de hijas e hijas de genocidas… luchas que son ejemplo e inspiración en otras partes del mundo.
¿Qué prioriza la editorial a la hora de elegir un manuscrito, reeditar o traducir?
Priorizamos aquellos que estén encuadrados dentro de nuestra línea editorial, pero que a la vez dialoguen con lo que está pasando en la Argentina y en el mundo. Es la idea del nombre de la editorial: la marea siempre en movimiento. Por supuesto, también evaluamos la calidad, sea de la investigación, de la escritura, del testimonio.
Desde el Juicio a las Juntas, pasando por la Ley de Divorcio Vincular, la Ley de Matrimonio Civil Igualitario y la reciente Ley IVE, Argentina fue, más de una vez, vanguardia en materia de derechos ¿cómo interpretás el rechazo actual respecto de temas que parecían consensuados?
Creo que frente al avance de los derechos, siempre hay una contrarreacción. Una parte de la población que se siente avasallada por ese avance y por un tiempo parece recrudecer la reacción conservadora. Pero las conquistas quedan ahí, el avance no desaparece y termina imponiéndose. Interpreto que esta reacción conservadora que será pasajera.
¿Compartís la idea de que existe “Una extrema derecha pop”? en caso afirmativo ¿podrías ampliar el concepto?
Sí, es como una banalización de la política, la generación del meme que reemplaza al discurso, o el tweet que reemplaza a la movilización.
¿Se puede llegar a lectores nuevos retomando viejos temas? ¿Es posible alcanzar con argumentos a quienes hoy consideran, por ejemplo, que “los derechos humanos son un curro”?
Creo que se puede llegar, aunque es muy difícil. En Marea pasamos todo tipo de vientos políticos en estos 20 años hubo períodos en que fue todo más duro; hay épocas en que podríamos sentir que aramos en el desierto, pero la siembra queda. Ahora nuestro proyecto es acercarnos con los viejos temas a los lectores adolescentes y jóvenes, para eso comenzamos una colección testimonial para jóvenes que se llama ¿Cómo fue? El primer título es Los nietos te cuentan cómo fue (historias de hijos e hijas de personas secuestradas por la dictadura que recuperaron su identidad) tiene un lenguaje llano, ilustraciones, intervenciones de novela gráfica, playlist, QR para seguir leyendo… la tarea es difícil, pero para mí es irrenunciable: es nuestra historia y necesitamos preservarla.