En el aire, en el comienzo del nuevo gobierno a cargo de su viuda, Isabelita, se percibe un nuevo permiso para hacer declinar la –hasta ayer– indiscutida independencia de un puñado de medios de comunicación con respecto a la esfera política. En una época de inflación avasallante y vacas flacas, tanto las revistas de la editorial Abril –que conduce César Civita– como el diario La Opinión –a cargo de Jacobo Timerman– se imaginan por primera vez en la Historia subsidiados por el Poder de turno.
***
Hoy no será un buen día: en la redacción de la avenida Alem se detectaron focos de disenso interno frente al alineamiento con la viuda de Perón; mientras, el diario La Opinión funciona una vez más en espejo con el emporio de los Civita, y el borramiento de su tradicional perfil crítico ya causó la primera de una serie de bajas que le resultarán irremontables: una de sus plumas sobresalientes (Tomás Eloy Martínez) acaba de presentar su renuncia a Timerman.