La editorial Marea acaba de lanzar al mercado Tropa de elite. Una guerra tiene muchas versiones, escrito por Luiz Eduardo Soares –antropólogo y ex secretario de Seguridad durante el primer gobierno de Lula– junto con dos ex integrantes del Batallón de Operaciones Policiales Especiales (BOPE), Rodrigo Pimentel y André Batista. Un relato de primera mano que nos hace partícipes de la lucha diaria contra el narcotráfico, donde a modo de espejo, estas fuerzas represivas son una parte de la espiral de violencia que domina la escena en las favelas cariocas. La película del mismo nombre está basada en el libro y obtuvo el premio Oso de Oro en el Festival de Berlín en el 2008.
Los integrantes del Batallón de Operaciones Policiales Especiales (BOPE) –tropa de elite carioca, creada en 1991– tienen un lugar de pertenencia, donde el uniforme negro con la insignia de un cuchillo clavado en una calavera es la impronta. Conforman una verdadera “maquinaria de muerte” que responde a un canon institucional que reproduce la brutalidad del Estado y la policía es su brazo ejecutor. Se trata de una tropa de nada fácil ingreso: sólo ciento cincuenta hombres acceden y a través de un entrenamiento severo los convierten en piezas “humanas” que arrasan con todo en las favelas, hábitat natural de la lucha contra el narcotráfico. En su accionar violento pueden hacer pasar un mal rato a algún raterito o buchón y cargarse una muerte inocente, entendida ésta como daño colateral en una guerra urbana.
Soares se vale de un estilo literario potente, desprovisto de pintoresquismos cariocas desde la primera parte, “Diario de guerra”, e introduce a un narrador, un policía que se interroga, se angustia ante la mirada propia y ajena como cualquier mortal, pero a su vez actúa en forma perversa en el afán por cumplir los objetivos y se retroalimenta de la violencia imperante de la que forma parte en el día a día. Situaciones absurdas y humorísticas enriquecen los relatos. “La primera parte del libro –dice Soares– relata acontecimientos vividos o seguidos de cerca por dos de los autores –ex integrantes de la BOPE– o de informaciones recibidas de sus colegas al calor de los hechos. La segunda parte narra sucesos que he vivido o que me fueron transmitidos. La escritura del libro corrió por mi cuenta, pero el contenido fue producto de la participación colectiva”.
“Por mi cargo de secretario de Seguridad pública durante el primer año del gobierno de Lula (2003) –dice Soares– y por haberme desempeñado en áreas de prevención de la violencia tuve relación directa con el BOPE. Es una tropa muy eficiente en el uso de la fuerza e incorruptible, pero muy violenta”.
¿Cuáles son los rasgos que convierten al BOPE en una tropa singular? “Es la única tropa de combate urbano– agrega Soares– que actúa todos los días en confrontaciones que podrían ser calificadas como de antiguerrilla. Otro aspecto singular es la convergencia de mundos absolutamente distintos y hasta contradictorios: durante el día, el soldado asiste a clases y estudia Derecho, por ejemplo, y comparte con los compañeros la vida social de estudiante; a la noche, se sumerge en otra dimensión: actúa en la guerra, es testigo de la barbarie, participa en la espiral que la alimenta y mira en los ojos a la muerte. Cuando amanece, se duerme y se despierta con la esposa, los hijos, o en la casa de sus padres. Vuelve a la Facultad y retoma la rutina como si la ciudad estuviera en paz. ¿Qué cabeza aguanta esa esquizofrenia sociológica, cultural y existencial?”.
Rodrigo Pimentel perteneció a la Policía Militar de Río de Janeiro e integró el BOPE desde el 95 al 2000 y fue coguionista del filme. André Batista es subcoordinador de Estrategias de la Policía Militar, estuvo en el BOPE durante cinco años y se recibió de abogado y Soares es especialista en temáticas sobre la violencia, sin embargo no abundan en datos estadísticos, sólo los necesarios. Ubican al lector en la brutal realidad de muerte provocada por el accionar policial que ha dejado un saldo de 6.806 muertes entre el 2003 y 2008, de hombres jóvenes, negros y pobres que van de los 15 a los 29 años. El crescendo de violencia se mantiene en el libro con la descripción del modus operandi del BOPE, como dice alguien: “La sangre es un veneno, cuanto más se la derrama más fertiliza el odio”.
“La realidad es mucho peor” –subraya Soares–. “La realidad retratada en el libro y en el film ya era conocida por el sector más pobre de la sociedad carioca, pero sólo a veces era apenas imaginada por la mayoría, que no tenía la vivencia cotidiana de ella. El libro y la película derramaron lo cotidiano de las atrocidades sobre la mesa de la cena de la clase media y difundieron el insomnio como una peste. Fue como se hubiéramos dicho: ‘Ustedes viven un mundo de fantasía’. A partir de entonces, el sueño quedó suprimido. Compartamos todos los venenos de la barbarie. Sólo así reuniremos las fuerzas necesarias y el grado de conciencia indispensable para suprimirla y convertirla en democracia, respeto, justicia y dignidad”.
Luiz Eduardo Soares, en sus nuevos proyectos, retoma la temática de la violencia que lo preocupa y dice: “Acaba de ser lanzado un nuevo libro que escribí con dos compañeros (Carlos Eduardo Lemos y Rodney Miranda): Espíritu Santo trata sobre el crimen organizado en el Estado de Espíritu Santo, a raíz del asesinato que terminó con la vida del juez Alexandre Martins de Castro hijo, hecho ocurrido en marzo de 2003. Además escribí el guión para el film que José Padilha dirigirá apenas concluya el rodaje de Tropa de elite 2 sobre la corrupción política en el Brasil. Su título es Nunca antes en la historia de este país. En este momento, estoy escribiendo Tropa de elite 2, que será lanzado junto con el film”.