Junto a una playlist con canciones de las artistas referenciadas, la periodista musical Romina Zanellato retrata y reconstruye en el libro Brilla la luz para ellas. Una historia de las mujeres en el rock argentino 1960-2020 el legado de las pioneras y figuras relevantes de la escena local.
¿Por qué la historia casi no las registra?, se preguntaba la autora inicialmente sobre artistas a las que “les llevó décadas subirse a un escenario, conseguir atención, convencer a los productores para que las grabaran y esquivar los botellazos de parte del público”. A través de una detallada investigación, la publicación parte de los comienzos, con el objetivo “de contarlas a todas”, de forma cronológica, repartidas en tres décadas (los 60, 70 y 80), junto a sus grabaciones, colaboraciones, su momento en la historia y la realidad del mercado y los feminismos del momento, seguido de un repaso a las décadas posteriores, del 90, 2000 y 2010, con afán documental y ya “sin la pretensión reparadora” inicial, en base a entrevistas y textos en primera persona.
En el libro suenan “los primeros acordes del rock nacional, a fines de los 60 y los 70, de pioneras casi olvidadas como Cristina Plate, Gabriela, Carola, Mirtha Defilpo o María Rosa Yorio, íconos de los 80 que comenzaron a ganar parte en la escena como Fabiana Cantilo, Celeste Carballo, Patricia Sosa y muchas otras, y la participación femenina a partir de los 90, en que se multiplica y diversifica en numerosos géneros y estilos, tanto dentro del mainstream como del under, con el cierre simbólico del Gardel de Oro en 2019 a Marilina Bertoldi”.
Sobre el proceso de recopilación de datos, Zanellato, periodista de destacada trayectoria en este campo, explica: “Un día me encontré con la revelación de que no sabía la historia de las rockeras del país. La genealogía de esas mujeres no estaba reflejada en los medios de comunicación. Soy una periodista atravesada por el activismo feminista y me di cuenta de que había que escribir este libro. Salí a investigar, a releer los libros que tenía, a comprar nuevos y cada vez que alguna mujer era mencionada al pasar, la subrayaba, investigaba, escuchaba sus discos y la rastreaba para entrevistarla”.
La investigadora menciona la enorme complejidad a la hora de reconstruir parte de estas historias, como la de la primera mujer que graba un single en la escena del rock argentino, Cristina Plate. “Su historia fue borrada por quienes la grabaron. La grabaron cuando lanzaron Mandioca, el primer sello independiente del rock: un single suyo, el primer single de Manal y el primero de Los Abuelos de la Nada. Esos dos nombres son híper famosos y ella apenas es mencionada en los textos. No había una documentación pareja sobre esas mujeres que estuvieron en el rock nacional y, en cambio, hay sobreabundancia sobre cada paso que dio Tanguito, Litto Nebbia, Pappo... Está documentada hasta la cantidad de veces que cambian una cuerda en un escenario y ninguna referencia a quiénes tocaron en el disco de Carola o a dónde se grabó el de Mirtha Defilpo”.
Otro aspecto que llamó la atención de la autora reside en que la totalidad de las entrevistadas comentaron que su principal obstáculo fue la forma en que fueron silenciadas mediáticamente. “No sentían ellas un rechazo tan grande por parte de sus compañeros músicos sino de los medios de comunicación, que rechazaban escucharlas o incluso se burlaban de lo que hacían. Productores, managers y programadores decían: ‘las mujeres no venden o el cupo ya está cumplido’”. Del mismo modo, “todas se enfrentaron al hecho de que las inversiones para desarrollarse recaían en los varones”, relegándolas a los caminos del under o la autogestión.