José Félix Aldao fue un militar en las guerras de la Independencia, un controvertido caudillo federal y uno de esos "héroes malditos" en la historia de la patria. Sus contradicciones en los terrenos de la religión, la política y las relaciones personales marcaron su vida, que transcurrió entre Mendoza y buena parte de la geografía nacional, aunque también llegó a Chile y Perú acompañando a José de San Martín. En "Fraile Aldao. Un general de la Santísima Federación"(Marea Editorial), el escritor y periodista Jaime Correas rescata toda la fuerza de su personalidad, y cuán intensos fueron los hechos que le tocó sortear. La novela se presentará este lunes a las 19:30 en la Mansión Stoppel y ya está a la venta.
"Las contradicciones son, justamente, la característica fundamental de Aldao. Cómo el personaje está lleno de idas y vueltas, y de gestos contrapuestos a lo largo de su vida. Ese fue uno de los elementos que más me llamó la atención y que más me atrajo para escribir el libro", comienza Correas, consultado por UNO. "Eso no es ni una dificultad ni una ventaja en sí misma, pero le da mucha complejidad a él a la hora de retratarlo".
Pero el flamante miembro de la Academia Argentina de Letras también señaló otro motivo que lo impulsó hacia la figura del fraile, y es el hecho de que haya sido soslayado, borrado por gran parte de la historiografía -tal como anuncia al principio de su novela-: "Fue tomado como alguien sin importancia; y eso también lo hace emblemático: como es un país lleno de facciones, en el que han estado todos peleados; el que alguna vez rescató a Aldao lo hizo sólo para llevárselo a su lado, para encolumnarlo en alguno de los bandos. Entonces era importante traerlo y contarlo desde otra perspectiva. Rescatarlo", explicó.
Ya en la primera página del libro, que se presentará formalmente este lunes en el museo Carlos Alonso de la Mansión Stoppel (Emilio Civit 348, Ciudad), el autor imprime su desconcierto ante el olvido que sufrió Aldao. Intenta explicarlo desde esos extremos en los que se movió durante su vida, y que finalmente lo transformaron en una síntesis de distintas maneras de ser y obrar. Según Correas, eso fue lo que lo tornó inasible para la lucha facciosa de la Argentina, y por eso se lo fue dejando de lado: "Porque es incómodo. En un lugar donde todos quieren sacar partido y apropiarse de la figura, él hizo todo para que dicha tarea fuese muy difícil. Su relación con Tomás Godoy Cruz, de quien fue rival y quien había pedido su fusilamiento, es quizás el mejor ejemplo de esto que digo. José Félix tuvo un gesto con él apenas le tocó llegar a gobernador, ", puntualizó.
Las novias del fraile
A pesar de su condición de sacerdote religioso -a la que accedió por una promesa hecha a su madre, siendo muy joven- a Aldao la vida lo llevó tempranamente hacia las armas y las mujeres. Tuvo muchas, y con casi todas ellas tuvo hijos a los que, según se sabe, reconoció. Esas relaciones, más las historias de cada una de ellas, y la forma en que se acoplaban a las diferentes etapas en la vida de Aldao, fueron elementos centrales en su biografía y lo son -por lógica- también en esta novela.
"Para él no hubo ninguna que fuera más importante que las otras. Ni tampoco hubo alguna a la que yo haya disfrutado contar particularmente, porque todas tenían su riqueza. La primera fue casi un amor de juventud, cuando él era un frailecito y viajaba por primera vez a Chile. Después hay otras que son guerreras, y sobre el final, ya surge una que es la compañera de su vejez. Son todas muy distintas y eso es lo interesante. Incluso ellas mismas son un hilo conductor de la trama", comentó Jaime.
Se refiere, entre otras, a la jovencísima Delfina Ozán; a la belicosa Dolores, y a Romana Luna. ¡Alguna vez las tres coincidieron en la misma fiesta! Pero en verdad surgen, en los vertiginosos años de Aldao, muchas más; cuyos altibajos emocionales y vaivenes en el vínculo con José Félix están retratados al fino detalle y con bastante imaginación; signo ya característico en Correas, quien se anima a ficcionar la historia, pero siempre desde el férreo respeto a lo que marca la bibliografía.
Cómo se escribió "Fraile Aldao. Un general de la Santísima Federación".
Correas empezó a escribir este relato hace más de veinte años. En 1999, una editorial lo convocó para redactar el capítulo sobre el mendocino en un libro llamado "Historias de Caudillos Argentinos". Con el tiempo, siguió investigando su figura y acopiando información sobre este capellán que también fue héroe de la Independencia, hasta que por fin se le ocurrió novelar todo lo que había reunido.
"Ya en el año 2000, después de haber escrito por primera vez sobre él, presenté la novela que tenía en una editorial. O sea, hace dos décadas ya quise publicar una versión inicial de José Félix, pero finalmente no salió a la luz. Pasó el tiempo, y cuando llegó la pandemia recordé que tenía este texto guardado y lo reescribí entero. Desde cero. Me gustó porque tenía muchos datos, y porque con el paso de los años le agregué aún más elementos. Y finalmente lo envié a Marea Editorial, con quienes había hecho contacto gracias al querido Andrew Graham-Yooll, a quien le dediqué la obra, en agradecimiento", contó el autor.
En parte, el periodista y escritor se acercó al personaje porque en él confluyen varias de sus pasiones: la historia, la posibilidad de crear con ella literatura, y -sobre todo-, encontrar grandes relatos o curiosas leyendas dentro de Mendoza. Según él mismo explica, la provincia suele ofrecer elementos muy llamativos o muy pintorescos, con gran potencial de ser contados. Él mismo suele encargarse de echarles luz, pero sin dejar de disfrutarlos para sí mismo mientras lo hace.
"Si uno repasa lo que yo he escrito, todo se anuda en Mendoza casi siempre. Aunque no parezca, suele darnos estas cosas sobresalientes, y a mí me encanta buscarlas. Esta provincia es un espacio que es más que un espacio: es un universo complejo", explicó.