Del 19 al 23 de enero de 1999, para conmemorar los cincuenta años de la aparición de El segundo sexo, se reunió en París un coloquio internacional auspiciado por la Unesco y el Ministerio de la Cultura de Francia. Esta conferencia estuvo compuesta por académicos, investigadores, escritoras, activistas feministas y de las izquierdas de Europa, Estados Unidos, Canadá, América Latina y el Caribe, Senegal, Nigeria, Japón e Irán. Sin embargo, aquel no fue la única celebración que hubo de la autora y, a la vez, un rescate crítico de esta obra mayor.
En Buenos Aires, el 11 de junio de 1999, se constituyó un ho - menaje para recuperar lecturas y recuerdos sobre Simone de Beauvoir en el salón de la Biblioteca Popular José Ingenieros. Se llamó “Jornada sobre Simone de Beauvoir”. Las propulsoras del festejo fueron la Comisión por el Derecho al Aborto con su adalid indiscutida, Dora Coledesky, junto al colectivo anarquista Mujeres Libres. Estas desplegaron una bandera lila pintada con una “A” grande en negro, ícono de las movidas ácratas, que de tan grande permitía salir de adentro de la vocal un cuerpo de mujer estirando los brazos a punto de romper cadenas. Mientras que la otra punta del salón la ocupaba la Comisión por el Derecho al Aborto con una bandera de un rojo resplandeciente con letras en negro que inscribía los lemas claves heredados del feminismo abortero italiano: anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir.
El 5 y 6 de agosto de 1999 se realizaron las “Jornadas en homenaje a Simone de Beauvoir en el cincuentenario de El segundo sexo”, organizadas por el Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.
La invitación a participar remarcaba la importancia de reflexionar sobre la obra completa beauvoiriana, así como sobre las repercusiones de sus ideas y prácticas en los medios intelectuales, feministas y de izquierdas. Lamentablemente, por razones económicas, no se logró constituir un libro, como las organizadoras habían pensado en su inicio. Por lo tanto, estuvieron más de 20 años sin publicar. Gracias al empeño de la doctora Nora Domínguez se tomó contacto con ese material guardado. Mariana Smaldone y Mabel Bellucci, como compiladoras y escritoras, decidieron asumir la ardua tarea de recuperar la mayor cantidad de los textos reunidos para aquella ocasión. De allí, que en El segundo sexo en el Río de la Plata aparezca una gran cantidad de las ponencias, que constituye la primera parte del libro.
El 7 de octubre de 2019 se organizó la “Mesa en homenaje a Simone de Beauvoir”, a los setenta años de El segundo sexo, en el marco de las Jornadas Académicas de la Facultad de Humanidades de la Universidad de la República, Uruguay. Este evento constituye la segunda parte de esta obra. La organización estuvo a cargo de la historiadora feminista Graciela Sapriza y la antropóloga feminista Susana Rostagnol. En esa instancia, las contribuciones de docentes y estudiantes confirmaron una vez más el impacto y la vigencia de los contenidos de El segundo sexo. Se comprobó allí antiguas fidelidades al texto, en simultáneo, que se incorporaban al círculo de las lectoras de Simone, nuevas generaciones de investigadores e investigadoras de diversos campos disciplinarios.
La materia prima de la que se valieron Mariana y Mabel para componer este ensayo de historia de las ideas y literario-filosófico, fue armándose desde testimonios de compañeras feministas y de disidencias sexuales hasta revistas, programas, correspondencias, una serie de ponencias académicas, ensayos, artículos periodísticos y folletos. Así, percibieron que estaban frente a un trabajo intenso de recopilación, revisión y catalogación de materiales producidos desde fines de la década del noventa en adelante. Sin duda, un libro, y sobre todo este libro, siempre es el resultado de un quehacer colectivo.
Cuando en 1970 se editó La hermandad es poderosa, en Nueva York, su compila - dora Robin Morgan lanzó una profecía: “Este libro es una acción”. Por eso, El segundo sexo en el Río de la Plata recu - pera genealogías en las que se interpela como feministas queer, antirracistas, anticapitalistas y anticoloniales. En nuestro continente, la ruptura institucional impidió construir una descendencia de los activismos feministas, como de otros recorridos militantes políticos. Pese a ello, El segundo sexo se inserta dentro de una genealogía feminista que define a la producción de textos como un modo de intervención política activa.