El crimen organizado mexicano, que comenzó con las actividades de narcotráfico pero se amplió a otros delitos como trata de personas, extorsiones y explotación sexual, es un fenómeno globalizado desde fines del siglo pasado, cuando los carteles de ese país ocuparon el lugar que dejaban por debilitamiento los colombianos.
"Comencé a trabajar en este libro en 2008, cuando en México la guerra contra el narcotráfico iniciada por el presidente Felipe Calderón ya originaba asesinatos de periodistas y los llamados daños colaterales; todo esto creó en mí un compromiso ético", explicó a Télam González, periodista mexicana y corresponsal en Buenos Aires de la agencia Notimex.
La autora comentó que los carteles mexicanos cubren hoy con sus actividades todo el mundo, por lo que no debiera extrañar que también hayan llegado a la Argentina, donde sus delitos más notorios se registraron en la ciudad de Rosario.
"A veces me preguntan si es raro el hecho de que los carteles mexicanos hayan llegado a la Argentina y yo respondo que sería raro que no hubieran llegado, habida cuenta esta globalización, que alcanza a Africa", explicó.
"Esto no significa que estemos ante una `mexicanización` o `colombianización` de la Argentina, pero sí que estamos ante un hecho sumamente grave que hay que atender con urgencia, porque ya se empieza a ver que existen bandas locales que rápidamente extienden sus actividades", aclaró.
En la obra, la autora cita el homicidio de María Marta García Belsunce y el triple crimen de la efedrina, entre otros resonantes casos policiales argentinos, como hechos que pudieron tener relación con las actividades del crimen organizado, pero no profundiza en esta vinculación más allá de lo que ya se conocía públicamente. "Es una enumeración de sucesos, ya que no existen otros elementos para ir más allá", puntualizó.
El texto también refiere que en 1997 estuvo en la Argentina, entre otros países de la región, Amado Carrillo Fuentes, el jefe del Cartel de Juárez, conocido como Señor de los Cielos. "Vino a lavar entre 20 y 30 millones de dólares y luego volvió a México, donde al poco tiempo murió tras someterse a una intervención quirúrgica para cambiar sus facciones", abundó.
Respecto de la guerra contra el crimen organizado iniciada en 2006 por Calderón, González consideró que "fue un fracaso, y esta calificación no tiene que ver con una opinión sino con sus resultados concretos: 100.000 muertos, 30.000 desaparecidos, 70 periodistas cuyos crímenes permanecen impunes en un sexenio demuestran que lo que se hizo no sirvió".
"Fue un conflicto en el que las víctimas fueron muy poco visibilizadas; prácticamente nadie sabe quiénes son los muertos; sólo muestran al mundo las detenciones de los capos del narcotráfico, como si eso por sí solo significara una solución", indicó.
Añadió que "lo único que hizo esta guerra fue diseminar el poder de los carteles, que terminó extendiendo sus actividades ilícitas en varias regiones del país en las que extorsionan ciudadanos por el sólo hecho de dejarlos vivir o transitar".
Ese enfrentamiento militar al narcotráfico fue denunciado como crimen de lesa humanidad por organizaciones de derechos humanos ante el fiscal de la Corte Penal Internacional de La Haya --entonces el argentino Luis Moreno Ocampo-- con profusa documentación que incluye datos de operativos de represión, crímenes y tortura por parte del Ejército a poblaciones civiles completas.
En opinión de la periodista mexicana, las políticas de persecución y criminalización de los consumidores de drogas puestas en práctica el siglo pasado por Estados Unidos también han demostrado que fracasaron, dado que "cada vez hay más muertos y desplazados, pero el consumo y las actividades del narco siguen creciendo".
Al respecto, mencionó como un hecho positivo la iniciativa del gobierno uruguayo de legalizar la comercialización y consumo de marihuana, así como otros planes en el mismo sentido impulsados por el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, y los exmandatarios Ernesto Zedillo (México) y Fernando Henrique Cardoso (Brasil), a quienes "nadie calificaría ideológicamente como de izquierda".