Mucho se dijo del caso Candela, pero el desconcierto aún continúa. La Policía permanece buscando a los culpables, y el nuevo fiscal, Mario Ferrario, y la Comisión Investigadora provincial siguen la pista del narcotráfico. La periodista Candelaria Schamun, que en ese momento trabajaba para Clarín, manejaba una infinidad de datos, fruto del recorrido de las calles de Hurlingham y la zona. Sabiendo esto, la editorial Marea la convocó para que escribiera un libro. Así nació Cordero de Dios, en cuyas páginas la autora cuenta la hipótesis que maneja respecto al asesinato de la pequeña Candela Rodríguez.
-¿Qué te propusiste contar en el libro como prioridad?
-Me propuse contar qué pasaba puertas adentro de la casa de Candela; contar la desorganización de la Policía Bonaerense; contar con distintas hipótesis por qué mataron a una nena inocente de once años.
-¿Por qué considerás que la mataron?
-Porque se les fue de las manos. La nena conocía a sus captores, y la presión mediática con la que estaban invadidos esos tipos fue tan fuerte, que tomaron la peor decisión.
-¿Hablaste con Carola Labrador, la mamá de Candela? ¿Qué te dijo?
-Después de que apareció el cuerpo me reuní con ella siete veces. El último encuentro con Carola fue en un bar de San Martín, donde le dije que iba a escribir la hipótesis sobre la “venganza narco”. Ante eso, Carola me respondió que no estaba de acuerdo, y yo le dije que la iba a escribir igual. Carola tuvo el derecho a réplica en el mismo libro, donde desmintió que ella y su familia tuvieran vínculos con el narcotráfico.
-¿Cómo viste el trabajo de la Policía Bonaerense?
-El desconcierto de la Policía era impresionante. A Candela la buscaron nueve días más de mil quinientos efectivos, helicópteros, ciento cuarenta patrulleros, dieciséis perros, Interpol; nada de eso fue suficiente para encontrarla. A Candela la hallaron dos nenes dentro de tres bolsas de consorcio. No tengo dudas de que la Policía tuvo connivencia en el secuestro. Por impericia o por connivencia, la Policía tiene una responsabilidad tremenda. Scioli sabía qué hacía la Policía, estaba al tanto de todo lo que pasaba. El llamaba a todos, por lo que tengo entendido; y si no estaba al tanto, creo que no tiene capacidad para ocupar el cargo de Gobernador.
-¿Tuviste oportunidad de comunicarte con los detenidos?
-Sí. Hable con Gladis Cabrera, con Ramón Altamirano, con la mujer de Fabián Espíndola y con Héctor “Topo” Moreira. Todos dicen que son inocentes, que los metieron en ese lío sin pruebas.
-Scioli estuvo presente cuando Carola reconoció el cuerpo, ¿qué te pareció?
-Hay dos versiones sobre eso. Una indica que hay un perito que volvió a la escena
a buscar rastros y dijo que era como si hubiese pasado una manada de elefantes. Y la otra afirma que hay otro perito que declaró que el cuerpo de Candela ya estaba listo para ser trasladado para la autopsia, pero que recibió una llamada desde Gobernación diciendo que iba a llegar Scioli y su comitiva, y por eso retrasaron el traslado; es decir, dejaron el cuerpo tirado en el descampado sólo para esa escena.