El diputado nacional José Vilariño organizó un acto de recepción y homenaje para Alberto Granado, autor del libro “Con el Che por Sudamérica” y compañero del “Che” Guevara. Estuvieron presentes, además de autoridades legislativas, representantes del arte y la cultura y funcionarios de la Embajada de Cuba, los representantes del equipo de documentalistas Alejandro Arroz, Norberto Ramírez y Andrés Gauna, quienes ya están trabajando en el primer largometraje documental “Mi amigo Ernesto”, que contará desde la voz y la presencia de Alberto Granado lo que a Salta le tocó vivir como protagonista con relación a la figura del “Che”.
Alberto Granado Jiménez nació en Hernando, provincia de Córdoba en 1922. Se graduó como farmacéutico y bioquímico en la Universidad de Córdoba. Desde el 1960 reside en Cuba, donde hizo el doctorado en Ciencias en el Centro de Investigaciones Científicas.
En 1950, Alberto Granados despidió en Alta Gracia, Córdoba, a su amigo el joven Ernesto Guevara de 22 años, que comenzó un viaje que recorrió parte de nuestro país en una bicicleta a motor. El viaje incluyó el paso por Salta. Entrando por Tucumán llegó a Rosario de la frontera y Metan; luego llegó al Río Mojotoro y se dirigió a la Ciudad de Salta donde durmió dentro de un auto que le fue prestado en el Hospital San Bernardo. A la mañana siguiente partió muy temprano y pedaleó hasta la Caldera para seguir por el camino de cornisa hasta la provincia de Jujuy
Un año después, a bordo de la poderosa II, una vieja moto, los dos amigos recorrieron América. Ernesto Guevara, hijo de una familia acomodada y estudiante de medicina, comenzó sin saberlo, un trayecto más largo que terminaría por convertirlo en el famoso revolucionario Che Guevara. El otro, Alberto Granado, un joven bioquímico registró día a día ese viaje que inspiraría a miles de jóvenes de todo el mundo.
“Cada vez me resulta más emocionante hablar del Che, soy un pequeño hombre trabajador de ciencias que ha sabido transmitir una idea a las nuevas generaciones de jóvenes”, recalcó Alberto Granado en el Auditórium del Anexo del Congreso Nacional.
Ernesto y Alberto recorrieron Argentina, Chile, Perú, Colombia y Venezuela. En el camino, descubrieron la pobreza y la explotación en la que vivía, y quizá aún vive, la mayor parte de las poblaciones de América. Luego, sus espíritus fueron cambiando frente a esa realidad. De los dos despreocupados jóvenes que emprendieron el viaje, llegaron al final dos hombres con un futuro más claro.
“El Che era un hombre de carne y hueso, no es un mito inalcanzable. No debemos ser como el Che, debemos hacer como hizo el Che”, concluyó en el cierre, un Granado visiblemente emocionado por el homenaje brindado.
Finalmente, el diputado Vilariño destacó "la coherencia de vida y el mensaje de Granado, esta idea que nos deja de hacer lo que decimos cada uno de nosotros desde nuestro lugar de compromiso".