Raúl Alfonsín fue el hombre que hizo falta. En 1983 se convirtió en el símbolo de la libertad. Empezó un largo camino en la década del 50 cuando la Argentina se dividía, una vez más.
Alfonsín confrontó con su viejo jefe político, sin éxito, a principios de los 70, pero allí con su movimiento de renovación y cambio dejo sentadas las bases que lo ubicaban en posiciones a la izquierda del radicalismo Libertad con justicia social fue una síntesis que el dirigente de Chascomús llevó como bandera. Luego de ganar las elecciones de octubre de 1983 afrontó dificultades en su gestión económica pero logró ordenar institucionalmente a la Argentina.El juicio a las juntas de la dictadura fue un hito histórico. Unidad nacional, consenso, ética de la solidaridad fueron algunos de sus conceptos que quedaron impresos en la política Argentina. Su biografía completa está descrita en “Raúl Alfonsín, el hombre que hizo falta”, de editorial Marea.