Este miércoles encontraron sin vida el cuerpo de Lautaro Rose, el joven correntino de 18 años al que se buscaba desde el domingo y de quien se sabe, gracias a diversos testimonios, que fue perseguido por la policía de esa provincia con balas de plomo. Lamentablemente Rose, a priori, parece ingresar al largo listado de personas víctimas de violencia o represión institucional. “La hermana me ratificó que el cuerpo estaba todo golpeado e incluso tenía una herida que parece ser de bala. La policía de corrientes debería ser apartada ya del caso. La familia está diciendo claramente que esta es una nueva situación de represión estatal”, dijo Adriana Meyer, Licenciada en Ciencias de la Comunicación, docente de la UBA, redactora de Página 12, columnista del programa Marca de Radio y autora de la reciente publicación “Desaparecer en Democracia. Cuatro décadas de desapariciones forzadas en Argentina”, una vasta investigación que reúne desapariciones forzadas a lo largo de cuatro décadas, y analiza la trama de complicidades policiales, estatales y judiciales que las recorren. En sus páginas se narran casos emblemáticos como los de Miguel Bru, Santiago Maldonado, Osvaldo Sivak, Luciano Arruga, Andres Núñez, Marita Verón, Iván Torres, Natalia Mellman, el de los militantes del Movimiento Todos por la Patria luego del copamiento a La Tablada, entre muchos otros.
Estos casos tienen ciertas líneas en común. “Hay un modus operandi como decir que la persona desaparecida está en otro lado, que este caso de Lautaro no dio el tiempo”, explicó la investigadora, que además enfatizó otras marcas permanentes como el maltrato hacia las familias de las víctimas, o prepotencia policial. “Después se empiezan a tallar otros poderes del Estado como fiscalías y juzgados que también en un porcentaje muy alto de los casos son parte de una maquinaria diabólica de encubrimiento, de permitir que la policía siembre pistas falsas, maltratar a las víctimas, ofrecerles abogados, hablar mal de las víctimas”, indicó Meyer. Además, otra constante que remarcó la autora es el ocultamiento de los cuerpos: “del 30% de los casos que he investigado los cuerpos no aparecen”.
Las desapariciones formadas se reiteran a pesar de casos simbólicos como los de Miguel Bru, Walter Bulacio o Santiago Maldonado. “No se toma este caso de delitos con la complejidad que tienen, se los toma como un caso policial más”, indicó Meyer. Y agregó: “No podemos permitirnos acostumbrarnos a que hay desaparecidos en democracia”.