Según cuenta una leyenda, la mítica revista Claudia, que supo acompañar a miles de mujeres durante las décadas del sesenta y setenta del siglo pasado, imponiendo agenda y reinventando los magazines femeninos, debe su nombre a la recordada modelo Claudia Sánchez.
Por las páginas de la revista de la mítica Editorial Abril, una línea narrativa feminista, se permitía exigir a la sociedad, machista, que cambiara la perspectiva de género con la que se analizaban y presentaban los temas comúnmente.
Imponiendo modas, estilos y una manera de vivir que hasta por ese entonces ninguna publicación femenina lo hacía, es con Claudia vuelve, de Julián Gorodischer, recientemente publicado por Marea Editorial, que podemos trasladarnos a un particular momento socio político del país, la presidencia de María Estela Martínez de Perón.
Pero la principal virtud de este volumen, es su hábil manera de describir el clima y ritmo vertiginoso de la redacción de la revista, en un momento en el que la política comenzaba a marcar y a imponer qué y cómo hablar en ella. Pero también, la mirada del autor, reposa en aquellos lugares impensados, como el baño de la redacción, donde algunas tejían trampas para determinadas secciones o se urdían planes para contrarrestar el poder de algún compañero.
Así, y atravesando la historia con fragmentos de la publicación y consolidando a sus personajes con sus ambiciones y deseos, Gorodischer construye una potente historia, como nunca antes se lo hizo.
Una profesión muchas veces vapuleada y ninguneada, y que en la figura de Paola, Olga, y hasta la propia Isabelita, se habla de un momento histórico único, donde los hombres quisieron presionar para censurar una ebullición que continuó, no ya en la Argentina, por el cierre de la editorial, pero sí en otros países como Brasil y Chile.