Este libro es un interesante recorrido por la evolución de la canción protesta de América Latina, uno de los géneros musicales que mejor describieron a la región en las últimas cuatro décadas del siglo pasado. Para el escritor y periodista argentino Oche Califa (El zar Saltán y otros romances), la canción popular de temática social tuvo un pionero: Atahualpa Yupanqui, figura casi solitaria de los años 60 que sufrió censura y cárcel durante el peronismo y optó por un exilio europeo con el que inició su proyección internacional. En sus canciones se reúnen calidad musical y crítica frontal a tradiciones conservadoras.
Es importante insistir en la intersección de calidad musical y denuncia porque ese fue el criterio que rige este compendio por encima de otras consideraciones. Atahualpa Yupanqui, Jaime Dávalos, Ariel Petrocelli, María Elena Walsh, Violeta Parra, fueron pioneros de una carrera en la que los releva- rían Óscar Chávez, León Gieco, Ru- bén Blades, Pablo Milanés. Porque, al llegar a cierto punto, música popular, identidad indudablemente nacional y denuncia social parecen indisociables. Sin entrar en controversias sobre la génesis del fenómeno, Califa antóloga una breve historia de la canción de protesta desde finales de la década de los cincuentas hasta nuestra la actualidad, la realidad que retratan los convocados, tal y como argumenta Califa en su prólogo y selección musical, puede ser brutal, disruptiva y capaz de reformular paradigmas; al fin y al cabo, ¿hay algo más contestatario que eso?