La búsqueda de Memoria, Verdad y Justicia sigue latente y en este marco Analía Kalinec arriba este viernes a Mar del Plata para presentar su libro “Llevaré su nombre”. La autora plasma la intimidad de su historia familiar y cómo a partir del 2005 descubrió la participación de su padre en crímenes de lesa humanidad.
Analía Kalinec es una de las fundadoras de la agrupación “Historias Desobedientes”, que desde el 2017 revela una intimidad que permanecía oculta y, al mismo tiempo, evidencia las consecuencias de los crímenes de lesa humanidad en los hogares.
En su libro, la autora cuenta en primera persona su historia: cómo es ser hija de un torturador y el largo proceso que vivió para reclamar hoy Memoria, Verdad y Justicia. Le llevó 25 años saber que aquel hombre que la criaba, su padre, era también el “Doctor K”, responsable de secuestros, torturas, asesinatos y otros crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura cívico militar. Eduardo Kalinec fue condenado por crímenes cometidos en el circuito de centros clandestinos de detención Atlético, Banco y Olimpo de la Ciudad de Buenos Aires.
“Es un libro autobiográfico, el que yo digo que está escrito en tiempo real porque da cuenta de 20 años de escritura que yo fui haciendo, al principio desde la ignorancia y desde la ingenuidad, pero que era genuina, que tenía su correlato con un modelo de familia en el cual yo crecí, con una mirada muy endogámica”, señaló Analía Kalinec en diálogo con Qué digital.
Analía Kalinec es profesora en escuelas primarias, psicóloga y cursa la carrera de Derecho en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Es la segunda de cuatro hermanas y la escritura comenzó cuando buscaba proyectar su propia familia. “Empiezo a hacer registros narrativos, queriendo hacer un registro de la historia de esta familia que estaba empezando a formar para que mis hijos la tengan. Retrospectivamente, ahí ubico un intento de subsanar mi propia falta de registro de mi propia historia”, compartió.
Es así que la historia comienza a narrarse en 2002 cuando conoce a su pareja. “En el año 2004 nace mi primer hijo, con un registro pormenorizado de cuando me hago el test de embarazo, las primeras ecografías, cuando nace y cumple su primer año. Ahí escribo como en un diario íntimo toda una dinámica familiar en la cual yo estaba inserta. Sus primeras palabras fueron ‘mamá, papá, abuelito, abuelita‘”, rememora.
Previo a la presentación de este viernes, la autora marcó una fecha clave en el 2005 cuando le escribió a su hijo, que en ese momento tenía un año y medio: “Te tengo que escribir algo muy triste, el abuelito está preso y yo no entiendo muy bien por qué”. “Ahí es el primer registro de lo que pasaba afuera, en mi entorno más allá de la dinámica familiar y que empieza a afectar directamente”, sostuvo.
“A partir de que él está preso y que yo traspaso la negación que tuve como mecanismo de defensa, la verdad se impone contundentemente ante mis ojos con el juicio y las declaraciones de sobrevivientes. A partir de ahí el libro tiene un registro más político, menos ingenuo, con más preguntas y las respuestas de la familia con enojo y bronca”, apuntó.
En 2010, con su padre ya condenado a prisión perpetua, cuenta que sus hermanas que son policías la demandaron por “indignidad” con el objetivo de desheredarla. “Todo está documentado y relatado en el libro hasta la actualidad donde lo último fue el otorgamiento de salidas transitorias que se le hace a mi padre y donde nosotros como agrupación nos presentamos en Casación Penal solicitando que no se las otorguen”, indicó.
Es así como “Llevaré su nombre” se convierte entonces en una historia urgente. Desde el relato íntimo y a través del collage y la recuperación de escritos previos a la condena de su padre, este texto resignifica el género testimonial que existe para narrar los crímenes de la dictadura.
“Más allá del contenido político e histórico, el libro va dando cuenta de la evolución de mi pensamiento. De pasar de esta ignorancia o este pensamiento alejado del compromiso social a poder asumir la condición genocida de mi padre y la defensa de los derechos humanos. Toda esa cosmovisión aparece en cartas íntimas, en cuestiones personales, en reflexiones de lecturas que fui haciendo y que hoy se presenta como libro en Mar del Plata”, cerró Kalinec.