Buenos Aires.- Incorruptible, sincero y luchador incansable por un mundo mejor fueron las cualidades que convirtieron a Ernesto "Che" Guevara en un mito, según algunos de sus amigos, como Alberto Granado, compañero del guerrillero en el recorrido por América Latina contado en el filme "Diarios de Motocicleta".
Los octogenarios Alberto Granado y Carlos "Calica" Ferrer se han reencontrado estos días en Buenos Aires para participar en las celebraciones por el 80 aniversario del natalicio de su amigo Ernesto Guevara de la Serna, "Fúser" o "el Pelao", como lo llamaban ellos.
Muchos años después de sus respectivos viajes con el "Che", en una entrevista con EFE en Buenos Aires, ambos hablan aún con pasión del guerrillero y rememoran los detalles de sus aventuras como si el tiempo no hubiera pasado, a pesar de que hace más de cincuenta años que recorrieron el continente latinoamericano con quien, por aquel entonces, era su amigo Ernesto.
"Para nosotros era Ernesto, para el mundo fue el "Che", recuerda Calica, que cuando partió rumbo a Bolivia no podía imaginarse que su compañero llegaría a ser el guerrillero más famoso del siglo XX, el compañero de Fidel Castro en la revolución cubana, un icono plasmado en todo tipo de carteles y publicitado hasta la saciedad, pero cuyo mensaje, dice, sigue vigente.
En opinión de Calica Ferrer, hoy en día, si el Che no hubiera sido asesinado en 1967 a manos del ejército boliviano, seguiría "siendo fiel a sus ideas, tratando de dar ejemplo, siempre luchando por mejorar".
Porque era una persona "muy exigente con todo el mundo pero también consigo mismo" que siempre trataba de hacer bien todo lo que se proponía.
Además de su amistad por el "Che", en los ojos de estos dos ancianos se puede ver la admiración que continúan profesando a Guevara, que tras el segundo viaje por América Latina -con Calica- decidió abandonar amigos y familia en Argentina para partir tras su sueño libertario y luchar contra el imperialismo y la opresión.
Murió en el intento, pero Calica está convencido de que si su compañero no hubiera sido abatido por los bolivianos habría llegado a ser "un líder de la categoría de Fidel y de los nuevos líderes que por suerte tenemos en América y que están cambiando el aspecto político".
Pero antes de dejar atrás a sus amigos, de involucrarse en la revolución cubana, ejercer como ministro de Industria en la isla y lanzarse a sus campañas en África, Ernesto Guevara fue un joven amigable y tranquilo, que leía mucho pero que "siempre sorprendía con algo", como recuerda Granado.
"Cruzar el Amazonas era un suicidio y sin embargo lo hizo, siempre tenía salidas que no te esperabas", cuenta Granado, quien narra con pasión sus aventuras a lomos de la "Poderosa II", la motocicleta que utilizaron para explorar el continente en 1952.
Aventura relatada en su libro "Viajando con el Che por Suramérica", que junto a las "Notas de Viaje" de Guevara inspiraron la cinta "Diarios de Motocicleta".
Ahora, el 80 aniversario del "Che" ha vuelto a unir a Calica y Granado, quien a los 85 años ha viajado desde Cuba a Argentina para rendir homenaje a su amigo y participar en las celebraciones previstas el próximo sábado en Rosario (unos 400 kilómetros al noreste de Buenos Aires), la tierra natal de Guevara.
"Se merece todo lo que se está haciendo para homenajearle, aunque quizá no le gustara, porque es un ejemplo de juventud, de valentía y de hombre que vive y muere por un ideal y porque el mundo se proyecta a través de sus ideas" asegura Granado.
Mientras, Calica comenta que "entre todas las cualidades de Ernesto estaba la modestia, y para que viniera a este merecido homenaje tendríamos que haberlo obligado un poco".