Determinados por el vigor que tomó el horror de los delitos de la dictadura, pocos libros se animaron a dar un paso al costado de la solemnidad del tratamiento de los derechos humanos y permitir pensar las implicancias del terrorismo de Estado más allá del detalle de las torturas y las picanas. Estos títulos presentan nuevas estrategias para públicos con otras agendas, sin correrse de la responsabilidad de construir una memoria que sostenga los valores del Nunca Más.
Periodistas, poetas, ensayistas, novelistas y artistas plásticos, en Indie Hoy elegimos cinco títulos que permiten abordar la Memoria desde distintos puntos de vista, y proyectan hacia el futuro los desafíos que tienen las nuevas generaciones en materia de derechos humanos.
El Nunca Más de las locas, de Matías Máximo
Marea
La primavera alfonsinista representó una apertura democrática y un estallido cultural para una parte de la población. Todo aquello que permaneciera bajo la norma heterosexual y cisgénero podía gozar de los privilegios de la libre circulación. No así las personas de la comunidad LGBTIQ+: eran tildadas de enfermas por ministros de alto rango y padecían las razzias en los bares. Sin embargo, y a pesar de las barreras borrosas entre dictadura y democracia, no necesitaban de ninguna aprobación para organizarse. Ya venían recostándose en la clandestinidad para celebrar sus cuerpos y sus deseos.
En El Nunca Más de las locas, los mitos se vuelven realidad histórica a partir del archivo. Los disfraces reveladores y los jolgorios en el Delta del Tigre están frente a los ojos del lector, con el detalle testimonial de quienes organizaban esas fiestas y eludían los controles de la Prefectura. A la represión estatal, la violencia familiar y la humillación pública les respondían con sus principales armas de resistencia: farra, cachondeo y complicidad comunitaria.
Con la impronta de derechos humanos de la editorial Marea, esta novedad del periodista Matías Máximo combina los legajos judiciales y la narración literaria para romper con la solemnidad de los relatos de la Memoria y subirle el volúmen a lo que las personas entrevistadas recuerdan como el momento más festivo de sus vidas. Sin dejar de detallar la saña de las golpizas ni la falta de perspectiva de género de la Justicia, este libro permite eternizar a militantes del orgullo y la inmoralidad. Porque la cifra de 30.400 puede continuar en disputa. Qué la alegría fue marica, no.