El universo editorial argentino tiene motivos para celebrar. En un contexto de sobreproducción tecnológica, imprevisibilidad económica y aumento del costo del papel, la industria demostró versatilidad para continuar publicando títulos disruptivos que movilizaron librerías y bibliotecas, e incluso inspiraron la creación de nuevas editoriales en pleno 2022. Por eso llegan noticias sobre escritoras argentinas reconocidas en Estados Unidos y Europa, donde las escogen para ser traducidas o para filmar películas con sus historias.
Este 2022 se dio varios lujos: premiar autores para que publiquen su primera novela o compilar décadas de la obra de otras; reconocer facetas inéditas de escritores conocidos o despedir en la vanguardia a un posible Nobel de Literatura. Indie Hoy seleccionó diez libros argentinos publicados este año, para recordar los motivos que tenemos para brindar.
Cultura de la influencia - Tomás Balmaceda, Miriam De Paoli, Juan Marenco
Hace diez años nadie hablaba de influencers. Hoy es la aspiración laboral de niños en el primario, de cuarentones profesionales y de artistas de todo tipo. ¿Cómo aparecieron estas figuras, que marcan la agenda política, cultural y hasta culinaria? Tomás Balmaceda es filósofo, Miriam De Paoli es influencer y Juan Marenco es director de una agencia de marketing: sus miradas confluyen para analizar el crecimiento de la figura del influencer en medio de una crisis de confianza de los medios de comunicación, las marcas y los partidos políticos.
Avalados por la presunta horizontalidad que gozan con sus seguidores, los creadores de contenidos juegan las reglas que la digitalidad les ofrece para generar influencia, una manera seductora y aparentemente transparente de convencer sin tener que presionar. A partir de allí se configuran elementos que se repiten en todas las figuras públicas: la exaltación personal, la cancelación de toda contradicción y la obsesión por la viralidad. Las revoluciones son solo individuales y están mediadas por una mirada que continúa replicando valores de hegemonía occidental. Allí radica el valor de Cultura de la influencia, que renueva el análisis de los efectos de la penetración de la virtualidad en la intimidad y detalla cómo el nuevo rostro de la sociedad se parece cada vez más a un emoticón.