Siguiendo los pasos del maestro de la crónica argentina, Tomás Eloy Martínez, nueve jóvenes periodistas se lanzan a escribir historias que son eternas pero siempre nuevas. Que laten bajo el pulso del periodismo, pero se escriben con los nuevos lenguajes de la literatura, entre los cuales la crónica ocupa un lugar cada vez más importante.
Marea Editorial y la Fundación Tomás Eloy Martínez presentan lo mejor de la crónica que está naciendo. Hechos reales contados con un estilo narrativo propio.
Luciana Garbarino traza las principales coordenadas de la economía china a través de una recorrida por el Barrio Chino de la Ciudad de Buenos Aires. Magdalena Pardo problematiza los alcances, los logros y las imposturas del llamado “arte contemporáneo”, a través de su propia experiencia de performance en el MALBA. Juan Ignacio Parente González narra sus vivencias dentro de una sesión de “constelación familiar”, una excéntrica terapia de moda. Camila Giacchino cena en el Teatro Ciego y habla de la vida sin uno de los cinco sentidos que nos conectan con el mundo. Emiliano Pasquier pasea por su pago chico, Berisso, considerado “el kilómetro cero del peronismo”. Laura San José cuenta el pasado y los días de Flor Cabral, una carnicera que se adentra, sin buscarlo, en las complejidades de género que supone ejercer un oficio normalmente atribuido a los varones. El venezolano Juan Carlos Figueroa escribe sobre el Capitol, que fuera el principal cine porno de Cartagena de Indias. Imanol Subiela Salvo perfila a Daniela Ruiz, militante transexual fundadora de una cooperativa artística que trabaja para sacar a compañeras de la prostitución y llevarlas a interpretar obras de teatro clásico. Y María del Rosario Grimaldi Igarzábal recorre —y cuenta— el Casino Flotante de la ciudad de Buenos Aires.
“Hay, acá, un deseo de periodismo y de escritura”.
-Josefina Licitra, del prólogo del libro.
“La misma historia puede ser contada muchas veces con idéntica fidelidad. Pero nunca será la misma”.
-Tomás Eloy Martínez.